Para mi amigo

¿Por qué no sonríes? Sonreír no es enseñar la dentadura, ¿por qué finjes?
¿Quién te ha quitado las ganas? ¿Y por qué dejas que lo hagan?
 ¿Por qué te has rendido? ¿Te has planteado lo que quieres? y si es así, ¿por qué no luchas?
 Usas miles de escusas, pero amigo mío no sirven. No te hagas la víctima, en este juego no las hay, sólo hay participantes. No eches las culpas al resto, no llores por quien no valora esas lágrimas pero puedes reírte por esos mismos, para que se queden atrapados, para que vean que eso no es suficiente contigo. No te lamentes por su ida, de esta forma no conseguirás que vuelva, haber luchado a tiempo y si lo hiciste, alégrate. Sí, no te lamentes y alégrate, porque esos finales son los más abiertos, lo que te dejan las puertas de par en par para que pase quien sea capaz de dejar huella sin forzar. Amigo, yo te digo que en el amor no se fuerza, y es tan triste quien lo hace, porque no puede entender que eso no es amor. Ni se busca, ni se pierde, aquí las cartas a los Reyes Magos no sirven, comprende que cuando viene sorprende, que no puede hacer daño, y todo lo que contradiga esto es que ni se asemeja al amor. Te permito que le eches de menos, que le recuerdes, pero no te dejo que eso domine tu vida, no te dejo que corras tras algo que se esfumó. Esto me recuerdo al la lotería, por más que intentas manipular el décimo, no te lo van aceptar en administración, así de simple si no es, jamás lo será, por más que se le parezca.
Ahora que ya sabes esto, decide, limítate a conocer el modo de sentir cuando sonríes, que las carcajadas rellenen los espacios que antes estaban vacíos, que suenen los silencios y que invite, mi amigo, recuerda que siempre deben de ir a más. Cuando se habla la felicidad, no te satisfagas con lo mínimo, porque se pierde, intenta agrandarlo y descubrirás que en ese proceso es cuando realmente se es feliz. Te aconsejo que no te estanques en alguien, que somos millones de habitantes en este mundo y tenemos oportunidades para conocernos, también te digo que a la hora de olvidarles, deja un hueco para esos recuerdos que merecen la pena, no olvides todo, solo olvida lo que no te hace feliz y antes de ello, cógelo y aprende . Y lo último amigo mío olvidar es una palabra abstracta, no tiene por que ser dejar de recordar literalmente. Olvidar también  puede ser dejar el dolor aunque recuerdes lo que sucedió, recordar sin lo que nos hizo querer olvidar.Y para que lo entiendas mejor, me refiero a que cuando tú quieres olvidar a esa persona que te hirió, no es que ni sepas su nombre, si no, poder regresar atrás  pero sin dolor.

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