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Mostrando entradas de enero, 2016

Llénala de versos y de besos.

Te vuelvo a escribir a ti, a ti que ya no te calan la huellas de mis besos. Parece que la música ha perdido la melodía que creamos, parece que las palabras están desorbitadas en nuestra galaxia y que jamás volverán a colisionar. A ti que estoy aprendiendo a no necesitarte, que apenas te recuerdo, que tú me has olvidado. Tú que me has sustituido, ¿estás mejor con ella que conmigo? Ojalá sea un sí, espero que sea cierto, que tu éxtasis sea sincero y que merezca la pena todo por lo que he pasado, todo lo que me he esforzado para no extrañarte, por favor te pido que seas feliz, porque así ese será el único justificante sabio de que nos hayamos separado.Quierela más que yo te quise a ti y no le pierdas como nosotros nos perdimos. Cuídala como yo intenté hacerlo contigo, dale las gracias por las veces que yo no te las di, hazle sonreír como a veces me lo hacías a mí, no dejes de necesitarla, que pase segundos y que su mano se pierda entre tus dedos. Deja que tus caricias traspasen sus huesos
Nunca he sido querida, lo sé, lo siento y por eso no me importa reconocerlo. No creo que hayan sentido algo más de una amistad o atracción sexual y tampoco sé el por qué. Solo me han llenado de ilusiones y falsas promesas, nunca garantices de cosas que no cumplirás y aunque lo vayas a realizar tampoco lo hagas. Si a ti te lo hacen, no le creas, ¿qué te hace que eso sea seguro? No pienses en el futuro porque puede que mañana ya no estés, vive ahora mismo y haz lo que te apetezca, ríe o llora. No quiero mirar atrás ni giran la cabeza para ver que me encuentro porque desconfío de todo, ahora mismo necesito que me quieran, lo pido a gritos pero nadie me escucha. Me gustaría sentirme querida de verdad, por actos y no por las palabras, porque éstas son traicionaras. Parece que soy negativa, sólo soy realista, es de lógica, ¿quién me va a querer si ni yo me quiero? No voy a dar pena, pues porque no, porque soy lo suficientemente fuerte para darme cuenta de lo ridículo que es. No necesito que
Ojalá sufriese por desamor como en tantas ocasiones, ojalá mi dolor fuese de que alguien me dejó de querer o que ni lo intentó, ojalá esto no esté pasando. Pero no, no puedo borrar esta imagen de mi cabeza, tú, ahí tumbado en esa cama, dentro de esa habitación apagada, rodeada de caos, de desesperación por los tuyos, de sonrisas fingidas para hacer creer que no pasa nada. Esto no funciona conmigo, aunque no me lo queráis decir sé lo que ocurre y si no fuese así, estos espacios no estarían tan llenos de gente y a la vez tan vacíos de esperanzas. Me aparto de todo, me aíslo y los juicios me saturan la mente. Tu tez colorada de la fiebre, tus ojos sin brillo, tu boca sin vida, ¿qué te está pasando? No puedo, os juro que no puedo. No se si habrá tortura más grande que esta, abuelo, por favor mírame y dime que estás bien. Mi pulsación se bloquea, necesito salir de allí, que acabe de una vez y decidme que esto solo es una odiosa pesadilla. Salgo a tomar el aire, a limpiar mis pulmones y tran

La camarera de la sonrisa dulce

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Una vez me preguntaron acerca de los sentimientos, aun recuerdo esa pregunta: -¿Tú crees que se comienza y se puede dejar de sentir? Me tiré un buen rato pero llegué a una conclusión. Yo creo que los sentimientos es un tipo de energía. Todo encaja, energía positiva siempre y cuando estás feliz; energía negativa cuando la sensación de tristeza te abruma. Y eso de que los polos opuestos se atraen es cierto, necesitas a alguien de energía opuesta para colisionar, pero también es cierto que si encuentras a esa persona de tu mismo tipo, esta energía aumentará. Sin dar más rodeos voy a decir cual fue mi respuesta. -Los sentimientos... me pausé para pensar bien lo que decía. -... Son pura energía, y como ella tiene sus mismas propiedades. Ni se crea, ni se destruye, simplemente se transforma. Ahora os explico que quiere decir esto: tú nunca empiezas a sentir, es más nunca lo has dejado de hacer pero lo que nos lleva a los prejuicios es el distinto modo en el que lo hacemos. Os voy a contar

Otro día más de mi desastre

Y esta es una de esas noches en la que no puedo dormir. No dejo de pensar, no te vas de mi mente. Ahora me planteo si hice bien en despedirme, en alejarte de mi vida. Lo he hecho porque lo necesitaba, tenía que empezar a quererme a mí misma y contigo no funcionaba. Sé que este es un día que se apunta a mi lista del tiempo que voy a tardar en olvidarte, es otro día en que te echo de menos. Casi sin querer te extraño y me pregunto si todos nuestros planes siguen en pié, si iremos juntos al ViñaRock, si pasaremos las tardes escuchando a Marea, si podré ver como tocas la guitarra mientras me sonríes, si compartiremos ese whisky como la saliva, si los esquís vencerán la nieve, si iniciaremos eses bailes hasta que el sol nos deslumbre o si vendrás a verme a pedales. Estoy esperando a esos besos elegantes que me prometiste, teniendo de esperanza que de verdad yo sea tuya y por último que me quieras como me lo dijiste. Voy disimulando, haciendo qe no me importas, pero cuando me quedo sola, me

Para mi amigo

¿Por qué no sonríes? Sonreír no es enseñar la dentadura, ¿por qué finjes? ¿Quién te ha quitado las ganas? ¿Y por qué dejas que lo hagan?  ¿Por qué te has rendido? ¿Te has planteado lo que quieres? y si es así, ¿por qué no luchas?  Usas miles de escusas, pero amigo mío no sirven. No te hagas la víctima, en este juego no las hay, sólo hay participantes. No eches las culpas al resto, no llores por quien no valora esas lágrimas pero puedes reírte por esos mismos, para que se queden atrapados, para que vean que eso no es suficiente contigo. No te lamentes por su ida, de esta forma no conseguirás que vuelva, haber luchado a tiempo y si lo hiciste, alégrate. Sí, no te lamentes y alégrate, porque esos finales son los más abiertos, lo que te dejan las puertas de par en par para que pase quien sea capaz de dejar huella sin forzar. Amigo, yo te digo que en el amor no se fuerza, y es tan triste quien lo hace, porque no puede entender que eso no es amor. Ni se busca, ni se pierde, aquí las carta

Como la vida misma

A veces los recuerdos nos hacen saber que quizás vale la pena estar flotando entre tanta mierda a consecuencia de las veces que vivimos con la pulsación agitada, el alma entre palabras y la noción del tiempo marcada a besos. Parece que la vida está equilibrada, días tristes a los que llegan sonrisas de colores. Océanos de libertad, limitados por rejas. La vida es un sí y un no, pero parece que no somos capaces de apreciar ambas partes, solo nos adentramos a una sin considerar que esto es una cadena, que si vivimos en un sufragio pronto encontraremos tierra firme y si estamos en una isla paradisíaca en breve llegará una gran ola. Todo es inestable, nada es para siempre y todo nunca acaba. Contradictorio resulta afrontar nuestro día, es increíble ver como necesitamos algo que odiamos, pero más increíble es aferrarnos a ello, pensar que solo es eso. Triste, suena a triste cuando decides que tu vida no es tuya, que ya es de otra persona. Confundirse es algo de novatos o más bien de exper

Te echo de menos

No sé si es por el incienso, por las notas o por las teclas pero te echo de menos. Otra noche más de palabras vaciadas, susurros callados y ganas explotadas, te vuelvo a notar tan lejos que me concome por dentro. Si estás, quiero que sea a mi lado, no así, no puedo con esto, te extraño. Tu ignorancia me hiela, me quiebra. ¿Por qué te volviste así? ¿Por qué conmigo? Creí tus palabras, las cuales prometían jamás herirme, pero los jamases como los nuncas no existen, como quizás lo nuestro. Éramos como el fuego que pasó a ser humo disipado, que se esfuma sin dejar rastro y me cuesta tanto pensar en ello. No acepto tu ida repentina, silenciosa, ese adiós sin presencia, sin embargo no puedo evitar lo que nos ha pasado.

El dolor

Hablo de cuando nos rompemos, es inevitable quebrarte y a la vez tan real. Nunca se acaba esa sensación, tenemos que crecer con ella e intentar superarla. Esto forma parte de lo fuimos, lo que somos y lo que seremos, nos construyen. El dolor te hace sentir tan pequeño, tan vulnerable pero realmente es lo que nos hace ser grandes. Aquellas personas que lo sufren son las que hacen que este mundo se componga de esencias, de que funcione. Personalmente apoyo al dolor pero aquel que se siente y se busca la manera de pararlo , aquel que nos sitúa los pies sobre la tierra, el que nos hace vencibles, finalmente el que nos hace humanos.