Hay momentos en el tú mismo te hundes y lo que menos necesitas es que te hundan más. Se podría decir que era mi peor enemigo, yo misma me juzgaba, me castiga y quizás eso era lo que me llevaba a cometer más y más errores. Estaba en un momento, me da igual, no lo intento, no lucho, si quiere pasar algo que suceda, no lo busco. Ya que no tenía una base segura, llega decepciones de aquellos quienes me importa. Me aferré a un sentimiento escapando del dolor de otros, sabía que podía ir mal, pero busque una esperanza, porque era eso o acabar vacía. Hasta que ese sentimiento acabó tirado por las esquinas, ahora sí, no hay nada, la desgana lleva mi vida, no todo el tiempo, pero instantes que parece eternos, no encuentro salida, no puedo pensar más, solo me ocurre dejar fluir todas esas ideas que ronda mi mente, navegar en tranquilidad y alejarme de todo lo que me haga mal, porque ya no sé que hacer.
Mi corazón te espera
Ya no me enfado , ni tengo ganas de insultarle, ni pagar con él el daño que me ha hecho porque en realidad siento que me lo busqué. Sabía exactamente lo que podría pasar, hasta él me lo advirtió, pero me dejé llevar por mis sentimientos, vi una perfecta oportunidad y no quería que escapara. Me cegué por el amor que sentía, acabé con los sueños por el aire, me acostumbré a ti, a tu olor que es capaz de cortarme la respiración, a tus juegos, a tus miradas, tus caricias y ahora que ya no están siento una especie de vacío. Me dijiste que querías cambiar, corregir tus errores, vivimos precipitados, por eso nos equivocamos tanto tú como yo. Pudiese decir que lo que hemos vivido ha sido correcto pero en un momento erróneo, no se si volver a esperarte, a que cambies y a que me vuelvas a dar una oportunidad. Aunque quiero que te vayas, aun mantengo la esperanza, porque eres la persona más perfecta para tomar las riendas de mi vida, eres todo lo que necesito y quiero. Me has hecho darme cuenta
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