Amigos

Ya casi es la hora y aún estoy sin maquillar, se me pasa el tiempo y nada, normal que mi madre diga que soy una pesada...pero es que los nervios...
Bueno y ahora, ¿qué, una mancha? Joder, con lo que me gustaba esta falda, pues nada a por la negra, sinceramente así estoy más sexy. Vale, diréis que no tengo abuela, pero esta noche es diferente, me veo preparada e iré a por todas.
Últimos retoques y ya sí, lista. Antes de llegar a la fiesta me paso a recoger a mi amiga Lola, le doy varios toques hasta que descuelga el teléfono. Por la puerta se ve una especie de sombra, espero un poco y la veo, era ella, estaba deslumbrante, Lola siempre ha sido la guapa, la que más liga, la más todo del grupo, pero ahora me tocaba a mí, aunque no es fácil brillar teniéndola al lado. Entramos en el local que estaba repleto de gente, sin embargo lo peor era el humo del tabaco, es algo que odio. Saludo al resto, dos besos para Álex, otros dos para Ana y un abrazo para Nicole, hacía bastante que no le veía, bastante ha crecido aquella pequeñita de pecas que ahora luce espectacular, es lo que tiene el estirón que hace milagros, ¿pero por qué no viene a mí?
Parece que esta noche hay buena música, un poco choni alguna que otra canción aunque me derretía cuando sonó "Soldadito Marinero" de Fito, esa voz junto esas letras es mi pequeña debilidad sonora. Tenía que cerrar los ojos, es algo extraño, cada vez que escucho una canción que me transmite, tengo que cerrar los ojos y de cierta manera respirarla, de esa forma me hace sentir. Cuando acaba la canción, dirijo la mirada para el frente y le localizo, esta noche había venido, estaba bastante guapo, no me molestaría encontrármelo a solas y quién sabía. Joder tengo que dejar de pensar ya, fue él quien me dejó, quien me dijo que solo me veía como amiga. Me cuesta hacerme a la idea, a veces es duro aceptar un rechazo y más si sientes tanto como yo lo hago, es difícil ser solo la amiga que tiene que sentir a escondidas. Intento cambiar de tema en mi mente, salgo a la pista y bailo como una loca, puede resultar un desfase, pero me lo estaba pasando como nunca. Voy a la barra, ahí me pido mi coca cola, nunca me ha gustado el sabor del alcohol pero no puedo negar que no lo haya probado. Sin mirar por donde voy tropiezo con un chico y le derramo mi vaso, en el momento que le pido perdón coincido con su mirada, otra vez él...
-Lo siento, ha sido sin querer.
-¿Y ahora qué hago con esto manchado? me dijo él en tono borde.
-Espera a ver si se puede arreglar.

Entramos en el baño de chicos, le mojo un poquito con agua y jabón la camiseta, después froto suavemente.
-Parece que no se va.
-Pareces que sigues igual de patosa. -Me regaló una sonrisa pícara.
-Oye, no te metas conmigo.
-Si es que eres una enana torpe.
-No me piques, que no reacciono.

 Me recordaba tanto a aquellos viejos tiempos, era como volver al pasado sin ser consciente del presente, por qué se tuvo que estropear con sus gilipolleces... Aquella pregunta que ronda en mi cabeza y que no se quiere ir.

-¿No reaccionas a qué?
-A esto.

Y en ese instante le beso tan apasionadamente como nunca lo había hecho. Un beso de 20 segundos que sus labios acompañaron. Él me buscaba, yo le encontraba. Ya no solo era besarnos, nos tocábamos, sus manos acariciaba mis mejillas acabando en mi cintura a la cuál apretaba para no soltarme. De los labios pasé a besarle al cuello. La escena se iba volviendo más caliente, de repente paro en seco, me quedo muy cerca de sus labios. Intenta besarme pero me quito.
-Ven aquí, ¿por qué te apartas?- me dice susurrando.
-Dijiste que sólo éramos amigos y los amigos no se besa, una amiga no te quiere como lo hago yo.


 

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