Desde que te vi, no dejé de sonreír

Podría entender que todo eran señales, poco a poco llegaban para hacerme saber de que estabas regresando y esta vez con fuerza. Tu sonrisa, jamás se apagó, tu mirada, la encontré clavada en mis ojos, tus pasos, muy cerca de los míos. Las vocales y consonantes se unían para recrear palabras con más de mil significados, pero tan solo un único para mí, podía ver que de cierta manera me ha vuelto a querer.  Esas palabras se unieron con las mías para poder escribir una nueva historia, con recuerdos y a la vez con sueños. La lluvia me acompaña, desde la primera vez que le dije te quiero, aquella vez que mojó mis sentimientos, sigue detrás de mí. Ahora pude mojarme al correr por las calles, al llenar mi alma de melodías y tu figura en mi mente.  Sin quererlo, encontré algo que jamás vi, un "feliz que soy" dirigido a mí, unas fotografías que me regalaron sonrisas y ahora lo han vuelto a conseguir, te encontré de nuevo. La señal de pensar lo mismo, la señal de querernos se

 El reencuentro se acercaba, cogía el bus para abrir camino, con más nervios que el año anterior y eso era casi imposible. Todo tenía motivos pero una sola razón, él. Los nervios pasaban a ser miedo, temía defraudarle como lo hice conmigo misma, odiaba no haber llegado a mi  meta para demostrarme que podría con todo, esos fallos, ¿podría captarlos él? Lo que más temía era obtener de nuevo su rechazo, últimamente me había puesto en un lugar muy alto, parecía que quizás hubiese una nueva oportunidad,  aunque, ¿y si no alcanzo con sus ideales? No había vuelta atrás, estaba llegando, de repente dejo de sentir la velocidad, siento que se detiene, se crea un mormullo al bajar la gente, me toca. Estoy entrando en un nuevo centro dejando atrás todo, pero jamás las emociones. Sigo adelante sin parar, en este momento los nervios no de me dejan ser yo misma. Me limito a avanzar hacia el salón de actos sin saludar a nadie. Estoy entrando, todas las sillas están ocupadas, decido por ir hacia el

-¿Con quién hablas tanto? +Estoy hablando con una chica que me la comería a besos. -¿Y quién es ella? +No se, pero estoy seguro que ahora mismo está sonriendo. Era cierto, sonreía más que nunca, esas simples palabras me han  elevado hacia las nubes, con ganas de más cada día, con ganas de que se hagan realidad.  Nunca nadie me había creado esas sensaciones, nunca nadie había creado el deseo de que probase sus labios, tan solo él. Quiero dormir cada noche con esta sensación, quiero gritar a los cuatro vientos, que el cielo nos espere y que me digas te quiero susurrando. Te quiero así, conozco cada pedacito de ti, cada pedazo que rompió mi corazón pero ahora lo estás arreglando. No te vayas aún, quédate, gracias a ti, me siento infinita.

Tengo miedo porque estoy sintiendo algo muy fuerte, no sé que es, pero se que se refiere a ti. Hacía mucho tiempo que dejé todo atrás, lo creí olvidado y ahora ha vuelto. Tengo unas enormes ganas de estar contigo. Me da igual el mundo, me da igual llorar, me da igual caer mil y una vez más con tan solo estar a tu lado. Me haces daño, haces que me oprima, detienes y aceleras el tiempo, contigo aprendí a llorar, aprendí a amar, contigo todo era diferente. De una manera has vuelto, me has enganchado, eres mi droga de la cual estoy cayendo en sobredosis, no puedo estar sin tus palabras, necesito compartir cada segundo contigo, te necesito tanto. Estás ahí como una sombra, puedo tenerte pero te vas a ir, lo sé, aún así prefiero llorar por perderte, que sonreír y no tenerte, eres una locura sin cura en mi vida, eres mi todo, que no dejo de quererte.